LA MITAD DE MI VIDA ME LA HE LLEVADO CON UN VIOLÍN EN LAS MANOS
Inició su brillante carrera en la Orquesta Infantil de la Casa de la Cultura de la Municipalidad de San Fernando. Ese fue el semillero al que ingresó a los once años de edad. “No sabía distinguir un violín de un violonchelo”, admite con pudor el músico, que a partir de este mes será parte titular de los violines primeros de la Orquesta Filarmónica de Santiago y que regresó a su comuna para participar en el “13º Encuentro Internacional de Orquestas Sinfónicas Música desde los Templos”.
Por Emilio Benavides Terzolo.
Byron. ¿Cuál fue tu primer contacto con la música?
Mi madre Miriam Fuentes Castillo nos llevó un día a mí y a mi hermana Carla a la Casa de la Cultura, donde nos inscribimos en la Orquesta Infantil. Era un mundo por descubrir para alguien que no tenía idea qué es lo que era un instrumento musical, cómo se tocaba, ni sabía distinguir un violín de un violonchelo.
¿Por qué el violín y no el violonchelo?
Esa pregunta va justo al grano. Cuando me inscribí lo hice en violonchelo, sin embargo, me pasaron un violín. En eso estuve un mes creyendo que lo que tocaba era el violonchelo, sin saber que se trataba de un violín.
¿Quién fue tu primer profesor?
El primero fue el maestro Sergio Alvarado, quien hacía clases de violín, viola y actualmente es director de la Orquesta Juvenil e Infantil de San Fernando. Él me entregó las primeras y valiosas herramientas que me permitieron convertirme al paso del tiempo en un músico profesional y poder enfrentar las dificultades musicales que trae esta carrera.
¿Hasta cuándo integraste la orquesta?
En la orquesta estuve estable hasta el año 2011. Ese año emprendí el vuelo al Instituto de Música de la Facultad de Artes de la Universidad Católica, donde cursé interpretación musical en violín, carrera que espero retomar prontamente.
¿Qué hiciste posteriormente?
Después de mi paso por la Universidad, me dediqué netamente al instrumento, estudiando con maestros especialistas en violín de manera particular.
¿Cómo lograbas financiarte?
Tocaba en la calle, me ubicaba cerca de la Estación del Metro Los Leones y a veces me subía a las micros. También tuve el apoyo de la Municipalidad de San Fernando, de su alcalde Luis Berwart y del Concejo, además de otras personas, lo que me permitió viajar a Alemania, perfeccionándome en Música de Cámara en la ciudad de Hohenstaufen.
¿Dónde tocas ahora?
En la actualidad integro la Orquesta Filarmónica de Santiago y oficialmente este 16 de noviembre, comienza a regir mi contrato como parte estable de dicha agrupación, integrándola como titular de los violines primeros, luego de haber sido por tres años lo que se conoce como “músico extra”. Allí el nivel de exigencia es alto y todos los días debes estar estudiando y perfeccionándote.
¿Cuáles son las ventajas de estar en la Orquesta Filarmónica de Santiago?
Estar en la Filarmónica de Santiago me entrega una estabilidad monetaria, lo que me permite invertir para contar con un mejor instrumento o más adelante, si todo sale bien, poder costearme estudios en el extranjero.
¿Qué nos puedes contar de tu infancia?
La Educación Básica la hice en la Escuela María Luisa Bouchón y la media la cursé en el Liceo Neandro Schilling. Tengo lindos recuerdos de mi niñez, etapa en la que conocí grandes amigos que aún conservo. Con ellos íbamos los domingos al cerro Nircunlauta y en la semana jugábamos a la pelota y andábamos en bicicleta.
¿Quiénes integran tu familia?
La componen mi padre Patricio López Muñoz, maestro albañil, y Miriam Fuentes Castillo, dueña de casa. Además, tengo dos hermanos, Carla de 27, y Benjamín de 8 años. Todos ellos viven en la Villa Nilcunlauta.
¿Qué recomiendas a los niños que quieren dedicarse a la música?
Les digo que deben darle la importancia que se merece, pero que también disfruten, ya que en esta carrera estamos permanentemente afectados por la frustración. Como todo en la vida, es primordial la constancia para alcanzar las metas que nos hemos propuesto.
Fotos y Entrevista: Emilio Benavides Terzolo
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